La historia de Jachi, siendo difícil nos habla también del factor suerte, porque Jachi entró tres veces en una autovía, quien sabe por qué, algo lo guiaba en esa dirección. Los motivos no los sabremos nunca, pero afortunadamente fue rescatado de una muerte segura por atropello.
Quizás fue abandonado por esa zona y quería regresar a lo que el creía que era su hogar, aunque ahora entenderéis que un hogar precisamente no tenía ya que Jachi se encontraba lleno de cicatrices, garrapatas y reacciones que nos muestran que vivía atado a una cadena, como desgraciadamente ocurre con tantos animales.
Jachi ahora empieza a saltar y correr de alegría, a demostrar todo el tiempo lo agradecido que está por su nueva oportunidad y con una mirada que dificilmente te deja indiferente.
Este abuelito de unos 10 años, es un perro leal y tranquilo, que solo quiere compartir su tiempo demostrando el amor que tiene para quien quiera darle la oportunidad que de verdad se merece.