La historia de Napoleón guarda relación con el Camino de Santiago ya que nuestro amigo, fue recogido en la terraza de un bar, en Raxó, en la que llevaba horas saludando a los peregrinos y a todo el que veía buscando una mano amiga. La relación de Napoleón con los niños es fantástica, es más, los niños son muchas veces quienes se encargan de sus paseos y no sabríamos decir quién los disfruta más. Napoleón es un perro muy sociable, cariñoso y bueno. Muy saltarín, de constitución atlética y el compañero perfecto para todo tipo de aventuras. Le encanta irse de «terrazas», y te acompañará allí donde lo lleves, es muy fiel, se tumba a tu lado tranquilamente haciéndote compañía.
Su relación con los peregrinos le ha quedado grabada, como anécdota, desde A Canceira de Poio nos cuentan que un día se escapó y lo encontraron en una terraza de un bar con unos peregrinos que estaban realizando el camino de Santiago. Por su relación con el Camino y con los peregrinos, podríamos llegar a decir que Napoleón es casi casi un perro SANTO.